viernes, 24 de febrero de 2012

Agnus Dei | Cordero de Dios


Adrián Villagómez Meraz


La polémica ominosa que ha desatado la pederastia cometida de sacerdotes hacia menores de edad, nos conmina a pensar seriamente y analizar nuestra fe o religión, cualquiera que ésta sea. 
Resulta a veces inasible el hecho de pensar que dentro de la iglesia, existan este tipo de contradicciones en cuanto a la moralidad se refiere.  Comencemos por entender el término.

Pederastia: De manera genérica, se considera abuso sexual infantil o pederastia a toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual  por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.  Se trata de un problema universal que está presente, de una u otra manera, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo fenómeno resultante de una combinación de factores individuales, familiares y sociales. [...] Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del niño y puede dejar unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo.
Es verdad que en la religión, cualquiera que profesemos, existen normas inquebrantables e insoslayables.  Entendemos que a través del sacerdocio se establece una comunión y una extensión de la divinidad con la vida terrenal. Es decir, se supone que el sacerdote es la representación misma de Dios en la tierra. Si ésta percepción es verdadera y si el resto de la humanidad somos hechos a la imagen y semejanza de Dios, cabe preguntarse de manera siniestra y dolorosa, entonces: ¿Contra quién se están cometiendo éstos crímenes?
Parafraseando al periodista
Rubén Aguilar Valenzuela  (El economista)
Hay 1,100 millones de católicos en el mundo, 3,000 diócesis, 215,000 parroquias, casi 800,000 religiosas y 400,000 sacerdotes. A partir de las denuncias que corresponden a los últimos 50 años, están implicados 3,000 curas. El 0.75 del total. Éstos sin duda son criminales y como tal deben ser juzgados. De eso no hay duda.
 En las últimas semanas se ha abierto la Caja de Pandora de abusos sexuales de sacerdotes en el pasado medio siglo en 11 países: Irlanda, EU, Alemania, Austria, Holanda, Suiza, España, Italia, Chile, Brasil y México. 
Bajo la magistral lente de la directora de cine Alejandra Sánchez Orozco, nos llega este filme que narra la historia de Jesús Romero Colín, un joven que en su niñez fue monaguillo y abusado sexualmente  por el sacerdote Carlos López Valdés.
Una historia entre miles, que lamentablemente no se han denunciado por infinitos temores y porque tristemente en el país se ha denotado un lastimoso vínculo de complicidad entre el aparato judicial y el aparato eclesiástico. 
Lo que intento expresar en estas líneas, de ninguna manera es desvirtuar la fe o la religión, sencillamente creo que como ciudadanos, padres, hijos y hermanos, debemos denunciar éstos crímenes, demostrar que nos hemos quitado el vendaje de los ojos y  que no somos indiferentes.
Cabe destacar que después de terminado el documental, el criminal sacerdote Carlos López Valdés, continúa oficiando misa y reclutando monaguillos.
Esta película absolutamente conmovedora, lamentablemente se exhibió durante muy poco tiempo en las salas nacionales,  sin embargo, ha recorrido varios países y ha sido premiada en diversos festivales de cine. Dejo a continuación la liga al tráiler de la película y su ficha técnica, ojalá puedan verla.
http://www.youtube.com/watch?feature=fvwp&v=ctsWjKxCF3A&NR=1
Ficha técnica:
Agnus Dei. Cordero de Dios, México, 2011. Dirección: Alejandra Sánchez. Producción: Celia Iturriaga. Guión: Alejandra Sánchez. Fotografía: Pablo Ramírez, Erika Licea. Montaje: Ana García. Reparto: Jesús Romero Colín

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