Por Roberto Rodríguez Frayre
“Voy al rumbo del Tenampa, ahí me agarro a mi mariachi y a cantar con toda el alma…”,
cantaba José Alfredo Jiménez mientras interpretaba la canción “Mi Tenampa”, dando a conocer todo los temas de los que trata el mariachi, y así mismo dando a entender que en el Tenampa siempre estaban los mariachis. Y no estaba equivocado, ya que Jalisco, Colima y parte de Michoacán fueron las cunas del nacimiento de la música mexicana mejor conocida tradicionalmente como mariachi.
El origen de la música del mariachi en si no se tiene muy bien sustentado, pues con respecto al origen de la palabra o de donde surgió la música no se encuentra en sí un origen firme y confiable donde pudo haber nacido o cuando fue la primera vez que se tocó; sólo se sabe que en dicho estados ya mencionados comenzó este sonsonete el cual con el tiempo se ha convertido cada vez mas difícil de detectar, pues con el tiempo se ha ido modificando y con ello evolucionando e introduciendo otros instrumentos y al mismo tiempo quitándole otros de estos mismos hasta llegar a lo que conocemos hoy.
Han surgido un sinfín de versiones, de las cuales la más conocida por la gente y por los historiadores, es que durante la invasión francesa, allá por los años 1864 -1866, unos soldados franceses, al llegar a algún lugar de Jalisco, arribaron a una fiesta o como ellos llamaron un “golgorio” lleno de música y se preguntaron que era todo eso, a lo unos respondieron un “Marriage”, lo que significa en francés boda o matrimonio.
Otra versión famosa entre los historiadores es que en algunos lugares de Michoacán, Jalisco y Colima, existía un árbol de madera blanca y blanda fácil de manejar con la que hacían las guitarras o guitarrón, el cual se llamaba mariachi; también surgió que la palabra Mariachi se utilizó para nombrar una pequeña tarima donde bailaban los jarabes, tiempo después ésta versión fue desmentida esta hipótesis, pues surgió una carta con fecha 7 de mayo de 1852 escrita por el presbítero Cosme de Santa Ana al Arzobispo Diego Aranda y Carpinteiro en la cual se quejaba del ruido que hacia la gente al festejar el sábado de gloria, de dicha cata aquí esta un extracto de dicho material
“Al acabarse los divinos oficios de mi parroquia en el sábado de Gloria, encuentro en la plaza y frente de la misma iglesia se hallan dos fandangos, una mesa de juego y hombres que a pie y a caballo andan gritando como furiosos en consecuencia del vino que beben y que aquello es ya un desorden muy lamentable; sé que esto es en todos los años en los días solemnes de la resurrección del Señor, y sólo que ya sabemos cuántos crímenes y ecsesos se cometen en estas diversiones, que generalmente se llaman por estos puntos, mariachis”.
De éste extracto surge la versión mas creíble del origen de la palabra mariachi, y por la fecha que data de 1695, queda descartada la teoría mas común que es la de los franceses.
Cabe recordar que durante la conquista española, en México los sacerdotes católicos enviados para predicar e inculcar la religión a los indios, se dieron cuenta de la gran capacidad lirica de recodar los sonidos e imitarlos, pues ellos eran amantes de la música.
Así es que en Cocula, al sur de Jalisco fue donde surgió la palabra mariachi, pues los indígenas usaban este vocablo proveniente del náhuatl, sinónimo de canto y alegría, lo cual tiene fundamentos de raíces autóctonas y al mismo tiempo al comenzar con estos ritmos y cantos, facilitó la imposición del náhuatl al español y viceversa.
Esto ayudó mucho mas de lo esperado a los sacerdotes, pues en uno de sus cantos autóctonos comienza diciendo “María ce son”, lo cual era una mezcla de náhuatl, español y latín, que quería decir Te Amo María. De aquí se cree que fue el verdadero nacimiento de la palabra Mariachi.
En un principio el mariachi usaba pocos instrumentos musicales, los cuales básicamente eran guitarra, violines y guitarrón. Con el tiempo fueron modificando o evolucionando, quitando y entrando otros instrumentos como el arpa, vihuela y trompetas; pero siempre sin alterar el estilo de música.
En 1905, ya mas adentrado al mariachi que hoy conocemos, fue invitada la agrupación musical de Justo Villa a la ciudad de Guadalajara y de ahí a la ciudad de México, para que tocaran en las festividades del 15 de septiembre y al mismo tiempo, festejar el onomástico del entonces presidente Don Porfirio Díaz. Encantado el presidente Porfirio por esta música, dos años después vuelve a traer otro mariachi coculense para que actuara en una fiesta de honor que él ofrecía al Secretario de Estado norteamericano, Elihu Root, en una visita de buena amistad.
Durante la década de los años treinta y principios de las años cuarenta, el mariachi tomó una gran popularidad internacional, después de que éste perdiera un poco de fuerza durante la revolución mexicana, pues de ésta gesta social surgieron lo que se sería los corridos, donde se cuentan historias o hazañas de los revolucionados, así como la inconformidad de la sociedad.
No obstante, años más tarde y gracias a las películas de aquellos años, el mariachi retomaría la fuerza y popularidad, pues gracias a los cinematógrafos de aquellos ayeres, destacan en sus cintas la larga tradición, fama y popularidad de esos conjuntos por el género y deciden meter actuaciones y canciones de mariachi, alcanzando con esto una rápida popularidad mundial, dando a conocer el mariachi al mundo. Desgraciadamente, por medio del cine, se exportaría una imagen esquematizada y calcada donde todo el entorno del mexicano giraba alrededor del indio, el tequila, vestido de blanco, con sombrero ancho, recargado en un nopal con una botella de tequila y el conjunto de mariachi a un lado.
En 1943 aparece una canción llamada Cocula con letra de Ernesto Cortázar y música de Manuel Esperón, dicha canción aparecería en la película “El peñón de las Animas”, donde fuera el debut de la actriz María Félix en el cine junto con el incomparable Jorge Negrete, quien fuera descubierto por el mismo Esperón, y quien lo obligaría a cantar dicha canción vestido de charro, cuando en realidad lo que el quería era cantar ópera.
Dentro de los mejores de la música mariachi se encuentran Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, Humberto Cravioto, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, entre otros grandes de la música vernácula. El mariachi tal vez no sea una música muy fina en cuestión de arreglos musicales complejos, sin embargo sí es una música muy mexicana -tal vez la única que realmente nació en México y que a pesar de la evolución de la sociedad y de los nuevas generación se a mantenido con el mismo estilo y cantando con el mismo sentimiento.
Recientemente en noviembre del 2011 el mariachi logró uno de sus frutos más grandes de la historia a nivel mundial, pues el “Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta”, fue nombrado por la UNESCO como integrante de la lista de representantes del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Así mismo es considerada como la música meramente mexicana con mucha nacionalidad y aun mejor considerada por muchos músicos como la música más bonita del mundo...
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