Por Jorge Armando López Arébalo
Evocando la frase de 1967 de Rollins Stones: ven a las mujeres como “mariposas destrozadas al paso de una rueda”.
Es así la situación actual de estas chicas rusas integrantes del grupo Punk Pussy Riots; que su única falta por increíble que parezca fue elevar una plegaria a la Virgen María a ritmo de Punk, en la cual pedían que Rusia fuera liberada del Régimen de Vladimir Putin.
La iglesia ortodoxa rusa siempre ha caminado por una cuerda floja sobre temas morales a través de su larga historia. La institución ha sido criticada por su apoyo a sucesivos dirigentes desde los Zares hasta Stalin, y ahora, Vladimir Putin”
En la iglesia de San Nicolás, en un barrio histórico de Moscú, un sacerdote ortodoxo esparce incienso sobre las imágenes religiosas para iniciar la misa, mientras cae la lluvia, la escena tiene un atractivo casi hipnótico. Muchos de los asistentes se ven felices de participar en el debate sobre el caso del grupo de punk femenino detenido por cantar y bailar cerca del altar de la catedral Cristo El Salvador, ¡Fue una BLASFEMIA!, exclama la iglesia ortodoxa rusa.
El juicio entablado en contra de estas chicas se inicio hace algunos días, después de haber pasado casi cinco meses en prisión, la opinión oficial de la Iglesia Ortodoxa Rusa es mucho más dura: “Para los cristianos ortodoxos sus lugares, objetos y nombres sagrados son las cosas más preciosas del mundo”.
“Ustedes saben muy bien cómo de polémicos y explosivos han sido los actos donde se ha quemado el Corán. Estoy profundamente preocupado por el futuro de cualquier sociedad en la que las divisiones extremas son ignoradas”, puntualizó un vocero del arzobispo Vsevolod Chaplin.
Por otro lado algunos intelectuales, artistas y músicos a nivel mundial, catalogan este juicio como político, la banda se presentó en la catedral como protesta por el apoyo abierto del patriarca Kirill a Putin en las recientes elecciones presidenciales que dieron el triunfo al mandatario ruso, por parte de los observadores asegura que durante todo el proceso contra la banda, la iglesia, la policía, los fiscales y los tribunales han sido fuertemente influenciados por el Kremlin.
Durante las audiencias judiciales, el juez ha rechazado las peticiones de las tres mujeres para que sean puestas en libertad bajo fianza.
Putin lleva 12 años controlando Rusia y este caso lo que demuestra es que está empezando a perder los límites. Él no entiende lo que puede y lo que no puede hacer, puntualizo Verzilov, esposo de una de las integrantes del grupo y miembro de la corriente Voina de arte radical.
El destino las Pussy Riot ha atraído la atención internacional. Estrellas como Sting, Red Hot Chilli Peppers y Franz Ferdinand han apoyado su causa durante sus visitas a Moscú este verano.
Pero todas estas demostraciones de apoyo no les ayudarán en este proceso. Los partidarios de las tres mujeres encarceladas creen que la presión del Kremlin será mucho más influyente y determinante.
Tristemente esta es una situación que no es únicamente propia de Rusia, este tipo de represión se ve en casi todo el globo, en donde el detonante son las expresiones de protesta contra de los regímenes o imposiciones políticas, justicia a quien levanta la voz ante las imposiciones y las injusticias.
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