Por Alejandra Aguilera
La canción salió un día a pasear, un poco temerosa pues no sabía con que se iba a encontrar en el camino pero de lo que sí estaba segura es de que tenía algo que contar. Había nacido allí adentro, en lo que se llama corazón, que a propósito no es el órgano que todos conocemos, quien sabe porque se le llama así, ¿será porque de allí se sostiene la vida? El corazón en cuestión son los propios sentimientos, la voluntad que tenemos de donde brotan las pasiones, de donde emanan los sueños.
Como les iba diciendo, nació bien adentro con una gran carga de emoción y el anhelo de recorrer el mundo entero, pero su mayor sueño era poder quedarse en el recuerdo de otros corazones que se encontrara a su paso y contagiarles de su esencia, de su emoción o por lo menos arrancarles una sonrisa.
Siguió su paso y poco a poco fue moldeándose hasta que un día alguien le saco unas fotos y se las acerco a unas personitas, un instante bastó para que la conocieran por todos lados. Ya no era la misma, ya era de todos.
Una canción es un mundo nuevo, un continente, un universo que necesita ser explorado y conquistado. Es el territorio en donde se cultivan los más tiernos sentimientos que perdurarán en la memoria y que aunque pasen muchos años no perderá el poder de despertarlos con el solo hecho de escucharla o recordarla.
Una canción puede ser compañía, aliada y amiga. Puede ser que a todos nos una, o tal vez que nos divida. Puede que pase al olvido sin pena ni gloria o se haga presente en cada momento y quede en nuestra memoria.
Hablar de canción infantil es hablar de música. En estos tiempos no se podría concebir un mundo sin música. Lo cierto es que las nuevas formas le fueron dando un papel cada vez más protagónico. En la antigüedad era un arte mayor en el cual solo se iniciaban los elegidos, todo transcurrió mas o menos así hasta que apareció Thomas Alva Edison y su genial invento (bueno uno de sus geniales inventos), el gramófono y con él, poder capturar el sonido para siempre. No solo permitió que el artista fuese escuchado en distintos lugares a la vez, aun en aquellos lugares en donde nunca había ido o iría, sino que dio origen a una nueva industria: la industria discográfica.
En la década de los 90 ocurrió un fenómeno muy importante a tener en cuenta, la industria discográfica se dirigió, de poco a más y más, a la franja infantil como un segmento a ser explotado, con propuestas espectaculares de gran valor educativo, formativo y recreativo y otras que nada tiene que ver con la infancia, poniendo en boca de niños problemáticas de adolescentes. La escuela es el ámbito donde se crea un verdadero microclima, pero no solo los educadores son los responsables de este tiempo “climático”, es tarea de todos utilizar lo mejor, lo que se adapte al momento evolutivo, lo que pueda inspirar una sana fantasía en nuestros niños y niñas.
Enseñar desde la música nos da una mirada muy particular, es sabido de la importancia que tiene en el desarrollo de la inteligencia, las culturas más avanzadas la tienen en alta estima y con un papel preponderante. Al educador, sea cual fuere su área, le brinda recursos, herramientas, llaves para llegar a lugares que de otro modo sería más dificultoso, o si no, le daría un toque más lúdico y placentero al desarrollo de su tarea educativa.
La música es un patrimonio del hombre y no de algunos “elegidos”, seguramente existen y existirán aquellos pequeños que tengan un talento especial y le dedique la vida pero eso no impedirá que el resto pueda acceder a ella. Es el ámbito de los conservatorios en donde se aborda el estudio de la música desde una mirada clásica, como el estado más puro de la misma y si bien esto es necesario para conservar fundamentalmente la técnica refinada, han surgido escuelas de música popular que, sin llegar a fondo en esta cuestión, acerca de otra manera a nuestros pequeños al aprendizaje de la misma.
El aprender un instrumento con el solo afán de disfrutar del ocio hoy es más común, sin la carga de abordar conocimientos y habilidades superiores, con el solo fin de acompañarse y de ser motivo de un sano esparcimiento. Internet es un soporte que cambió la manera de estudiar, hoy en día cualquiera puede aprender a tocar un instrumento en clases virtuales, con audio y video, cifrados y tablaturas, y en algunos casos hasta gratis. Por todo esto podemos decir; Maestro, ¡música para todos!
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